viernes, 4 de diciembre de 2015

Gente del mundo

¿Os habéis parado alguna vez, aunque sea solo por un momento a pensar en la gente que os rodea? Y cuando digo la gente que os rodea no me refiero a vuestros amigos y familiares, si no a las personas que os rodean mientras paseáis un día por la calle o mientras estáis en un restaurante.

¿Os habéis fijado en lo diferente que son? Y cuando digo diferentes no me refiero al color de pelo, la altura, la cara etc. Si no a sus formas de ser, porque los hay alegres, tristes, efusivos, serios, con más personalidad, con menos personalidad etc. Y esto es lo que realmente hace a una persona diferente de otra y no su aspecto.

¿Pero sabéis una cosa? Todos tienen una vida y esta es más diferente aun que el aspecto o la forma de ser. Unos viven colmados de bienes, otros en la calle, unos tienen amigos y otros apenas si pueden decir que alguna vez los hallan tenidos, otros tienen una gran y feliz familia y otros solo un perro al que sacar a pasear.

Pero lo que nos hace a todos iguales es que nacimos un día para vivir y para otro morir.


Firmado: Sólo un anónimo.

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